¿Buenos días? Y una mierda. Mientras no seas tú quien me despierte con una sonrisa, son días asecas. Una monotonía de días que paso sin tenerte ni abrazarte. No me digas buenos días teniendo tú la culpa de no hacerlos buenos y el remedio para solucionarlo. No serán buenos días mientras pase la noche buscando tus brazos y la cama se me haga más grande que nunca sin ti. No lo serán mientras sea otra la que duerme a tu lado. Así que no me digas buenos días, porque tú tienes la culpa de mis cambios de humor, mis resacas, mis miradas perdidas y mis sonrisas tontas. Ni siquiera serán buenas tardes, ni buenas noches si no eres tú el que está a mi lado.
Y no serán buenos días hasta que no seas tú quien me despierte, así que cómete los buenos y déjame a mi que cuente los días que paso sin tenerte.
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