Sonríe. Te has levantado esta mañana y no has sentido nada. Le has visto y tu corazón ha seguido con su ritmo lento y tranquilo, no se ha desbocado. Está con otra, con ella, pero no sientes ganas de llorar, es más, te alegras por él. ¿Sabes lo que eso significa?
Exacto, le has olvidado. Se acabó. Ya no más bajones ni lágrimas por él. Se acabó eso de pensar en un "nosotros".
Ahora solo pensarás en ti, en tu felicidad, en ver tu sonrisa dibujada en tu cara todos los días. Pensarás en lo que fue, como un bonito recuerdo, solo eso, un recuerdo. Encontrarás a alguien que te haga sentir, no como una princesita de un cuento de hadas, sino una reina de su felicidad. Y no a tres, sino a diez metros sobre el cielo. Le mirarás a los ojos, pensarás que algún día te casarás con el, y te deprimirás, llorarás y sufrirás cuando esto acabe.
Pero luego volverás a levantarte con más fuerza, volverás a pasar página, porque esto es el libro de tu vida, tienes que vivir cada capítulo como si fuera el último, y pasar página cuando veas que se ha terminado. ¿Qué si va a haber momentos difíciles? Pues claro, los habrá malos y horribles, pero también geniales, perfectos, de estos que desearías volver a repetir, porque al final todo se arregla.
Y algún día, finalmente, encontrarás a tu príncipe azul, y todo será... Perfectamente imperfecto.
Pero hasta que eso ocurra, sonríe, nunca sabes quién se puede enamorar de tu sonrisa.
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